Abre esta sección una salsa por todos inmesamente conocida, tanto por su versatilidad como por su
heterogéneo sabor para acompañar cualquier plato: la mayonesa (si
queréis conocer algo más de esta salsa, pinchad aquí).
Los ingredientes son: huevo, aceite de girasol, sal y vinagre o limón.
Batimos el huevo con una pizca de sal y un chorrito de vinagre o limón y
cuando esté totalmente batido, vamos agregando despacio el aceite hasta
que espese.
Mi pequeño truquillo: el
huevo debe estar a temperatura ambiente, no muy frío, ya que si fuera
de otra manera se nos puede cortar la mayonesa. Los recipientes que
usemos deben estar bien secos. Al batir, debemos hacerlo con poco
movimiento, es decir, es aconsejable que lo hagáis siempre en la misma
dirección y sin remover demasiado.
¿Cómo arreglar una mayonesa?
Si véis que no os ha espesado y que algo ha salido mal (se os corta) os
cuento un pequeño truco que siempre ha puesto en práctica mi abuela.
Cogéis otro recipiente bien seco y batís un nuevo huevo. Cuando esté
batido, le váis incorporando la mayonesa anterior que no ha cuajado. Irá
espesando hasta obtener la salsa. Recuerda hacerlo sin remover
demasiado.
Sin más os dejo
con el resultado y espero que os guste. Por cierto, la mayonesa que
véis acompañó un buen plato de gallo empanado. De muerte!
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